UN VERANO EN IBIZA
Cuento breve
Alma Verdaguer, una nadadora
olímpica de 36 años, destacaba por su figura atlética, su piel bronceada y su
cabello rubio dorado que siempre llevaba recogido en una coleta. Sus ojos
azules reflejaban determinación y calma, y su presencia transmitía energía y
serenidad. Internamente, era una mujer apasionada, disciplinada y con un
espíritu competitivo, pero también con un lado sensible y amoroso que
disfrutaba de los pequeños momentos de paz.
Chema Vilasana, también de 36
años, era jugador de fútbol, con una estatura imponente, cabello castaño oscuro
y ojos marrones profundos. Su físico fuerte y musculoso contrastaba con su
sonrisa cálida y su carácter cercano. Vestía con ropa deportiva o casual, y en
su interior era un hombre divertido, apasionado por su deporte, con una
personalidad optimista y un corazón generoso. Le gustaba compartir historias y
disfrutar de la vida con sencillez y alegría.
Se conocieron en Ibiza, un
paraíso de playas, historia y paisajes únicos, mientras ambos estaban de
vacaciones. Alma había llegado para desconectar de la rutina y disfrutar del
mar y la tranquilidad, y Chema para descansar y explorar la isla tras una temporada
intensa de partidos. La primera vez que se cruzaron fue en la playa de Ses
Salines, donde Alma nadaba en el mar cristalino y Chema paseaba por la orilla.
Al verla en el agua, Chema no pudo evitar acercarse y comentarle sobre su
pasión por el deporte y la belleza del lugar. Alma, sorprendida por su
amabilidad, le respondió con una sonrisa y le invitó a nadar juntos.
Lo que más les gustaba del otro
era la pasión por sus profesiones y la sencillez que transmitían. A Alma le
encantaba cómo Chema podía hacerla reír con sus historias de fútbol y su
actitud positiva, mientras que Chema admiraba la disciplina y la determinación
de Alma, además de su sensibilidad y amor por la naturaleza. Ambos compartían
un interés por la historia, la cultura y el mar, lo que los llevó a explorar
juntos los monumentos y rincones de Ibiza.
Durante su verano en Ibiza, visitaron el casco antiguo de Dalt Vila, con sus calles empedradas, murallas y vistas impresionantes del mar. Admiraron la catedral y las fortificaciones que narraban siglos de historia. También recorrieron las calas escondidas, como Cala Comte y Cala Bassa, disfrutando del sol, el agua y la tranquilidad. En cada paseo, compartían risas, sueños y momentos de complicidad, fortaleciendo un vínculo especial.
Lo que más les gustaba del otro
era la autenticidad y la pasión que transmitían. Alma se enamoró de la energía
y la alegría de Chema, y él quedó cautivado por la fuerza y la sensibilidad de
Alma. Ambos compartían un amor por la naturaleza, el deporte y la vida
sencilla, lo que los unió aún más.
Al final del verano, en una
puesta de sol en la playa de Benirrás, Chema le regaló a Alma una pelota de
fútbol firmada por sus amigos, y ella le entregó un pequeño cuaderno con poemas
inspirados en el mar y las estrellas. Se dieron cuenta de que habían encontrado
en el otro algo que no buscaban, pero que siempre habían deseado: un amor
sincero, lleno de magia y esperanza.
Y así, con corazones llenos de
alegría y promesas de volver a encontrarse, supieron que aquel verano en Ibiza
había sido solo el comienzo de una hermosa historia juntos.
FIN
Escrito por Jessica Bao
Perez.
El jueves, 15, de mayo
de 2025.
En Badalona.

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