jueves, 15 de mayo de 2025

¡Cuento escrito 🖋 por mí! #36

 UN VERANO EN MALLORCA

Cuento breve

 

Berta Maspins, una librera de 37 años, destacaba por su elegancia sencilla y su sonrisa cálida. De estatura media, cabello negro azabache y ojos verdes que reflejaban su pasión por la lectura y la cultura, su presencia transmitía tranquilidad y entusiasmo por las historias. Internamente, era una mujer sensible, creativa y con un espíritu soñador, que encontraba en los libros un refugio y una fuente de inspiración.

Jordi Misana, de 36 años, era propietario de un pequeño videoclub en su ciudad natal. Alto, con cabello rubio y despeinado, y ojos azules vivaces, tenía un aire desenfadado y cercano. Su físico era atlético, resultado de su afición por el senderismo y el deporte. En su interior, era un hombre divertido, apasionado por el cine y la nostalgia, con un carácter amable, curioso y con un toque de melancolía por los tiempos pasados.

Se conocieron en Mallorca, durante unas vacaciones de verano. Berta había llegado para desconectar del ajetreo de la ciudad y disfrutar de la calma del mar y la historia de la isla. Jordi, en cambio, buscaba inspiración y un descanso tras meses de trabajo en su videoclub. La primera vez que se cruzaron fue en la Plaza Mayor de Palma, donde ambos admiraban la belleza de la catedral y el bullicio del mercado. Berta, con un libro en mano, le comentó a Jordi sobre su amor por las historias y la cultura, y él le respondió con una sonrisa y una recomendación de una película clásica que había visto.

Lo que más les gustaba del otro era la pasión por sus profesiones y la sencillez que transmitían. A Berta le encantaba cómo Jordi podía hacerla reír con sus anécdotas sobre películas antiguas y su entusiasmo por la vida, mientras que Jordi admiraba la sensibilidad y el amor por la cultura que Berta mostraba en cada palabra. Ambos compartían un interés por la historia, el arte y el mar, lo que los llevó a explorar juntos los monumentos y paisajes de Mallorca.

Durante su verano, visitaron el Castillo de Bellver, con sus torres y vistas panorámicas de Palma, y pasearon por las calles estrechas del casco antiguo, admirando las fachadas encaladas y las pequeñas tiendas artesanales. También recorrieron las calas de Cala Agulla y Es Trenc, disfrutando del sol, el mar y la tranquilidad. En cada paseo, compartían risas, sueños y momentos de complicidad, fortaleciendo un vínculo especial.

Lo que más les gustaba del otro era la autenticidad y la calidez que transmitían. Berta se enamoró de la pasión y el entusiasmo de Jordi por la vida y el cine, y él quedó cautivado por la sensibilidad y el amor por la cultura de Berta. Ambos compartían un amor por la historia, la naturaleza y las pequeñas cosas, lo que los unió aún más.

Al final del verano, en una puesta de sol en la playa de Port de Pollença, Jordi le regaló a Berta un antiguo cartel de cine que había encontrado en su videoclub, y ella le entregó un libro de poemas que había escrito inspirada en Mallorca y sus paisajes. Se dieron cuenta de que habían encontrado en el otro algo que no buscaban, pero que siempre habían deseado: un amor sincero, lleno de magia y esperanza.

Y así, con corazones llenos de alegría y promesas de volver a encontrarse, supieron que aquel verano en Mallorca había sido solo el comienzo de una hermosa historia juntos.

FIN

Escrito por Jessica Bao Perez.

El jueves, 15, de mayo de 2025.

En Badalona.

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