UN VERANO EN ALCOSSEBRE
CUENTO BREVE
Durante un caluroso verano, dos
desconocidos, aparentemente, que nunca se habían cruzado antes llegaron a Alcocéber en busca de
descanso y nuevas experiencias. Laura, una arquitecta de Madrid, había decidido
escapar del estrés de la ciudad para disfrutar del mar y la tranquilidad del
pueblo. Por otro lado, Javier, un fotógrafo de Valencia, buscaba inspiración
entre las playas y los paisajes mediterráneos.
El destino los unió en una
pequeña cafetería junto al paseo marítimo, donde compartieron una mesa por
casualidad. La conversación fluyó fácilmente, hablando sobre sus vidas,
pasiones y sueños. Ambos sintieron una chispa especial desde el primer momento.
A lo largo del verano, Laura y
Javier comenzaron a explorar juntos los sitios más emblemáticos de Alcocéber.
Visitaron la iglesia antigua con su campanario que ofrecía vistas
impresionantes del pueblo y el mar. Pasearon por las calas escondidas, donde Javier
tomó fotografías de las aguas cristalinas y las rocas pintadas por el sol.
También subieron al faro, desde donde contemplaron atardeceres dorados que
parecían sacados de un cuadro.
Cada día terminaba con paseos por
la playa al atardecer, compartiendo confidencias y risas bajo el cielo
estrellado. La conexión entre ellos crecía con cada momento compartido,
transformándose en algo más profundo y sincero.
Al final del verano, cuando llegó
el momento de despedirse, ambos sabían que aquel encuentro había sido especial.
Prometieron mantenerse en contacto y volver a Alcocéber el próximo año para
revivir aquella magia que solo el verano y ese rincón paradisíaco podían
ofrecerles. En sus corazones quedó grabada la historia de un amor naciente en
las arenas doradas del Mediterráneo.
FIN
Escrito
por Jessica Bao Perez.
El martes,
27 de mayo de 2025.
En Badalona.

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