viernes, 26 de enero de 2018

Lecturas de la uni

Lecturas del 2º año 2016-2017

Cartas Marruecas, de José Cadalso.

Las cartas se proponen tratar del «carácter nacional», esto es, el problema de España. La observación e interpretación de la vida contemporánea ocupan una gran parte de las Cartas marruecas. La época en que Cadalso vive, con sus peculiares costumbres ciudadanas, es objeto de análisis. Las Cartas marruecas conforman una novela epistolar, que fue publicada en 1789 de forma póstuma. Es un conjunto de noventa cartas que narran la historia de Gazel, un joven marroquí que habiendo viajado por toda Europa llega a España en la comitiva de un embajador de Marruecos, que aprovecha la oportunidad para conocer las costumbres y la cultura del país, y compararlo con otros países europeos. Estas Cartas hablan de muchos temas tratados por el autor en su crítica de España, y el tono fácil y ameno que mantiene en la obra contribuye a que esta obra haya ido ganando reconocimiento desde el día en el que se publicó. Hoy en día es considerada por muchos críticos como una de las obras maestras de la literatura del siglo XVIII en España.

Está bien, porque ves cómo era España y cómo es ahora, y en algunos aspectos, no ha cambiado mucho. Me gustó.

Teatro Crítico Universal, de Jerónimo Feijoo.

El Teatro crítico universal, o Discursos varios en todo género de materias para desengaño de errores comunes, es una extensa colección de ensayos escrita por Benito Jerónimo Feijoo y publicada desde 1726 hasta 1740. Consta de ciento dieciocho ensayos que abordan enorme cantidad de diversas materias: filología, física, matemática, ciencias naturales, medicina, astronomía, geografía, economía, derecho, religión, política, filosofía, literatura, etcétera. Fue una de las obras más divulgadas y polémicas del siglo XVIII español, alcanzando la astronómica cifra de más de 600.000 ejemplares vendidos, y siendo traducida, casi siempre parcialmente, al inglés, francés, italiano, alemán y portugués. El objetivo de Feijoo venía enunciado en el título, al pretender corregir viejas supersticiones, prejuicios y costumbres, cuestión que ya habían realizado autores europeos como Thomas Browne en Inglaterra y Christian Thomasius en Alemania.

Está bien, aunque es muy pesado. No me gustó demasiado.

La comedia nueva, Leandro de Moratín

La comedia nueva o El café es una comedia satírica en dos actos. La acción se centra en un café cercano al teatro del Príncipe, un autor teatral novel y su familia departen animadamente media hora antes (según el reloj del pedante don Hermógenes) del estreno de la primera obra de Eleuterio, el joven autor, que acaba de lanzarse a la escritura dramática para solventar sus problemas económicos. La inquietud por la acogida del estreno y las ilusiones acerca de la carrera literaria de Eleuterio les hacen olvidarse del tiempo cuando vuelven a preguntar la hora a don Hermógenes, quien con su respuesta (la misma hora de antes) revela que su reloj está parado. Tras perderse gran parte de la representación, llegan a tiempo de comprobar que la obra es rechazada con estrépito por el público.

Está bien y es entretenida. Me gustó.

Fray Gerundio de Campazas, de José Francisco de Isla y Rojo.

Fray Gerundio de Campazas es un personaje de ficción, protagonista de la novela cuyo título completo es Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zotes. Se trata de una novela de muy escasa acción, en la que se conjugan del modo más extraño dos elementos: una narración novelística satírica y burlesca acerca de los malos predicadores, que aún seguían el estilo pomposo y pedante de los predicadores gongorinos del barroco, y un tratado didáctico de oratoria sagrada.

Es bastante aburrido y pesado de leer. No me gustó mucho.

El delincuente honrado, de Gaspar Melchor de Jovellanos.

El delincuente honrado es una comedia de género lacrimógeno o sentimental. Explica la vida de Torcuato, que se ve a las puertas de la muerte por haber participado, años atrás, en un duelo donde mató al anterior marido de su esposa. El descubrimiento de que el juez que lo condena es su propio padre no detiene la ejecución, sino que hace más violento el patetismo de la historia, que tiene, no obstante, un final feliz gracias a la intervención del soberano.

Está bien, pero es difícil de leer, porque está escrita en verso. No me disgustó.





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