Es una comedia española y cuenta la historia de Gregorio, quién acaba de quedarse viudo, ya que, María, su mujer ha tenido un accidente. Por deseo expreso y como última voluntad de María, quiere que tiren sus cenizas en el río Guadalquivir, que pasa por su pueblo natal: Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Gregorio tendrá que pasar un fin de semana entero con sus tres hijos y sus parejas. Sandra, la mayor, que sale con un catalán y muy del Barça; Alicia, la mediana, una pintora, que sale con un andaluz, pero que durante el viaje conocerá a un guapo psicólogo, y se enamorará de él, y por último, Carlos, el pequeño. Con el cual no se habla hace tiempo, porque es gay y sale con Eneko, un vasco, pero de origen senegalés. Todo esto no concibe con la personalidad de Gregorio, que es muy conservador, muy del Real Madrid y con muy mala leche.
Es muy divertida, muy buena, me reí y me gustó mucho, aunque a veces, en el guión, hay cosas o frases, un poco ofensivas, según mi punto de vista.
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